Defensas artificiales
i algo ha aumentado en fechas recientes son los videos que distintos funcionarios e instituciones ofrecen en redes sociales invitando a invertir de mil 950 pesos hasta 5 mil y obtener, desde la primera semana, 40 mil, 70 mil o más pesos de utilidades y cerca de 300 mil al mes.
Cuentos dirigidos a adultos crédulos que desde el año pasado sirven para estafar y despojar a gente de escasos recursos de lo poco que tienen. Lo sospechoso es que ni instituciones ni empresas ni ninguno de los personajes cuya imagen aparece haciendo tamañas promesas advierte a la ciudadanía de la falsedad de estos mensajes.
Es inteligencia artificial, responden los enterados, como si eso evitara las monumentales estafas de tiempo atrás. La inteligencia artificial (IA) dice Internet, es una rama de la informática que desarrolla sistemas capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana, como aprendizaje, razonamiento y percepción. Sirve para automatizar procesos, mejorar eficiencia, optimizar la toma de decisiones y crear sistemas que interactúen con los humanos
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Al manipulador adivino le faltó añadir que el sistema social también permite utilizar la IA para engañar, suplantar y robar en despoblado, ante el enorme vacío de leyes y reglamentos que intenten limitar las desmedidas ambiciones de unos en perjuicio de muchos. Aquí se protege a animales, no a personas.
Una lectora denuncia: Abordé un taxi en el Centro Histórico y el chofer me advirtió que, por ser de la empresa ID, tenía que pagar el servicio con tarjeta. Al llegar a mi destino el viaje marcaba 135 pesos. Pagué con mi tarjeta de débito Banorte y en casa, al consultar el saldo, comprobé que el del taxi había descontado ¡7 mil pesos! Acudí a Banorte a denunciar el fraude, y desde hace dos meses han sido vueltas, antesalas y llamadas telefónicas infructuosas.
“Me enteré también de que ID es una compañía internacional rusa con sede en Estados Unidos que ofrece vehículos de transporte con conductor bajo el modelo de ‘ofertas en tiempo real’, y que todas las condiciones de viaje se determinan en el curso de negociaciones instantáneas entre conductores y pasajeros, sin usar algoritmos arbitrarios de precios. ¡Cómo no! Total, que ni el banco ni la empresa han respondido por el robo digital de que fui objeto, como si no tuvieran registro de cada transacción y a una le sobrara el dinero.”