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Desde otras ciudades

Hohensalzburg, el castillo-fortaleza de Salzburgo, Austria

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▲ Algunas salas del castillo están disponibles para eventos privados. En este escenario de ensueño se llegan a realizar enlaces matrimoniales.Foto Alia Lira Hartmann
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alzburgo es una pequeña ciudad en Austria con 160 apenas mil habitantes. Conocida mundialmente por ser la cuna del músico Wolfgang Amadeus Mozart, su belleza no sólo radica en la arquitectura barroca, a sus orillas es posible realizar paseos por el sinuoso río Salzbach. El recorrido parece estar custodiado por longevos árboles que se convierten en una fuente de apacible contacto con la naturaleza.

Las caminatas de lugareños y turistas son parte de ese cuadro romántico en que es posible sentirse inmerso en Salzburgo. Dominando la vista en la parte más elevada, sobre la colina de Festungsberg, se alza el castillo-fortaleza Hohensalzburg, una de las construcciones medievales mejor conservadas de Europa.

Con más de 900 años de historia, esta imponente estructura no sólo es símbolo del poder eclesiástico que gobernó la región, sino también un testimonio vivo de la evolución arquitectónica y política de Austria que ha sido ampliada a lo largo de los siglos.

Fue construida en 1077 por orden del arzobispo Gebhard de Salzburgo, cuando se encontraban en pugna las autoridades de la Iglesia católica y el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; fue concebida inicialmente como defensa estratégica. Sin embargo, con el paso del tiempo fue ampliada y reforzada hasta transformarse en una auténtica ciudadela inexpugnable.

Cuenta con 7 mil metros cuadrados de construcción en un área total de 14 mil. Se llega en funicular desde el centro de la ciudad y el número de visitantes por año se calcula en un millón. No obstante, no es de extrañar observar a quienes como un reto a la resistencia física deciden subir a pie.

Con sus muros blancos, torres coronadas por almenas, las puntas verticales en gran parte de la arquitectura medieval para fines militares y una vista panorámica de gran belleza, Hohensalzburg no deja de impresionar a visitantes y locales. Desde su mirador es posible contemplar los Alpes austriacos, el casco antiguo barroco de Salzburgo que es patrimonio de la humanidad y el río Salzbach.

Durante siglos, Hohensalzburg fue refugio de arzobispos, prisión militar e incluso cuartel en tiempos de guerra. La invulnerabilidad se convirtió en una especie de leyenda, pues nunca logró ser conquistada por fuerzas enemigas. Además de su atractivo visual, alberga museos y salas históricas. El Museo de la Fortaleza, el de Marionetas y la Cámara Dorada, cuya exquisita decoración gótica es un placer para los sentidos.

El visitante interesado en el teatro con marionetas quedará sorprendido por el detalle de las figuras expuestas; este museo es único a nivel mundial y se puede experimentar con algunas; esta corriente artística tiene su propio teatro de fama mundial en Salzburgo, que también ha sido reconocido como herencia inmaterial por parte de la Unesco.

La fortaleza es uno de los destinos turísticos más visitados de Austria y escenario privilegiado para conciertos y eventos culturales, especialmente el renombrado Festival de Salzburgo, en el verano, uno de los más importantes del mundo. Tiene varios restaurantes para disfrutar la gastronomía austriaca e internacional.

Alia Lira Hartmann