obre Aschembach. Es imposible no recordarlo ante el espectáculo reciente ocurrido en Venecia. Acomodado en la isla del Lido para restablecer la salud y recuperar el impulso creador, es seducido por la presencia del joven Tadzio. La trama ocurre en el elegante hotel Des Bains, con una narración precisa compuesta por Thomas Mann. Este relato fue llevado al cine por el director Luchino Visconti y hace justicia a la célebre novela corta. El ambiente del relato es contenido, introspectivo, intenso, hasta culminar con la muerte del escritor en la playa, en una escena que no se olvida, acompañada con el adagietto de la Quinta Sinfonía de Mahler.
Venecia ha estado en las noticias durante muchos días recientemente, y no por los motivos usuales. La ciudad recibe un exceso de turistas, sobre todo los que desembarcan sólo por el día. Se estima que este influjo representa alrededor de 30 millones de personas al año, mientras aquellos visitantes que pernoctan en la ciudad suman en torno a 4 millones. El centro histórico, que es la parte a la que usualmente se hace referencia cuando se habla de Venecia, tiene 51 mil habitantes, número que ha ido en descenso. (En la comuna o municipalidad de Venecia viven un total de 250 mil personas). Otro factor que afecta a la ciudad es de tipo medioambiental, con el alza del nivel del mar que provoca severas inundaciones y constituye gran riesgo.
El hecho que ha puesto hoy a Venecia en el escaparate es nada menos que una boda. La de un prominente empresario del sector de la tecnología, donde se concentra el exclusivo grupo de los billonarios, los más ricos del mundo. Durante varias semanas la boda de Jeff Bezos ha estado en las noticias por todas partes. Estos últimos días las notas han proliferado, dando cuenta de los detalles del evento, de los movimientos de la ilustre pareja y de las celebridades que asisten como invitados.
Una parte de las reseñas ha cubierto también las protestas que han surgido en contra de la boda, aunque las autoridades de la ciudad amparan el evento citando los beneficios económicos que de él se derivan. En todo caso, la situación apunta al agravamiento de las condiciones que se han ido creando en la ciudad, más difíciles para la gente que la habita y con la salida de otros por el encarecimiento general que se ha provocado.
Esta es una celebración privada que se ha convertido expresamente, por voluntad de Bezos y el trabajo de la prensa, en una exhibición pública de riqueza y poder. Una vitrina para que se muestren públicamente Bezos y su nueva esposa y se exhiban con toda su riqueza. Un escaparate, también, para las celebridades que asistieron. Un evento dispendioso que provocó reacciones y protestas en contra. Bezos ha hecho donaciones por 3 millones de dólares a instituciones con programas en la ciudad para aminorar las contrariedades. Con todo, tuvo que cambiar el lugar original en que se realizaría la fiesta, la Scuola Grande de la Misericordia (vaya, que la realidad tiene siempre algo de ironía), y trasladarla al Arsenale, que cuenta con una mayor protección frente a las posibles protestas.
Toda la cobertura de la boda, con la descripción de los detalles de la pareja y de los invitados: dónde se hospedan, qué hacen, qué visten, qué comen y qué dicen es parte del montaje de excesos en Venecia. Una exhibición que atrae la atención de la gente como parte del morbo y también de la admiración que provocan la riqueza extrema y la pompa, más aún cuando ésta se muestra tan abierta y provocadoramente. La periodista Amy Odell escribió una columna imperdible en el diario The New York Times, en la que describió la fiesta y calificó el evento de chabacano
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La prensa escrita y la televisión han hecho su parte en la propagación del espectáculo. Han cubierto exhaustivamente los hechos de la boda, desde finales de mayo, cuando se anunció el enlace, con observaciones críticas apenas contenidas. Es un lugar común decir que todo esto ocurrió en un entorno complicado: guerras, deportaciones, crecientes conflictos políticos, mayor desigualdad económica y social y un empuje sensible del autoritarismo en el mundo. Un asunto ostensible es el carácter del poder y la influencia con que se manifiesta la riqueza extrema, no sólo en el ambiente de los negocios, sino en la política y su creciente distancia de las condiciones en las que vive la mayoría de la gente. La boda es un caso más de un fenómeno que está claramente en expansión de muy diversas maneras. Habrá que profundizar el análisis del significado de todo esto.
La propensión a admirar la riqueza fue considerada por Adam Smith en su muy importante obra Los sentimientos morales, publicada en 1759. Al respecto dice Smith: “La disposición para admirar, y casi para venerar, a los ricos y los poderosos y para despreciar o cuando menos desatender a las personas pobres y en condiciones miserables (…) es una causa relevante y universal de la corrupción de nuestros sentimientos morales. Que la riqueza y la grandeza sean frecuentemente consideradas con el respeto y la admiración que sólo merecen la sabiduría y la virtud, y que el desdén, del cual el vicio y el sinsentido son los únicos objetivos apropiados, es a menudo muy injustamente conferido a la pobreza y la debilidad, ha sido un reclamo de los moralistas de todos los tiempos”. Venecia es, hoy, un caso ejemplar.