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La fotografía sólo es un medio para hallarme a través de los otros: Ishiuchi

Hace 13 años, la artista japonesa visitó México para hacer imágenes en el Museo Frida Kahlo // Ahora regresó y dictó un par de conferencias

Foto
▲ La artista durante la charla con La Jornada, y un par de zapatos que perteneció a Frida Kahlo, imagen del catálogo Frida by Ishiuchi. Foto Omar González e © Ishiuchi Miyako / cortesía de la Galería The Third Gallery Aya
 
Periódico La Jornada
Martes 24 de junio de 2025, p. 5

Miyako Ishiuchi (Gunma, Japón, 1947) no se define como fotógrafa, aunque en sus imágenes ha capturado la esencia de lo humano a través del paso del tiempo. La artista nipona visitó México, donde el jueves pasado pronunció la conferencia Conociendo a Frida Kahlo, a 13 años de haber sido invitada por el museo que lleva el nombre de la pintora.

No soy fotógrafa. Para mí, sólo es un medio para encontrarme a mí misma a través de los otros. Lo más importante es considerarnos a través de lo que hemos vivido, comentó Ishiuchi en entrevista exclusiva con La Jornada.

La artista creció en un contexto de posguerra, donde la brutalidad militar era cotidiana. Nació en 1947, en la ciudad de Kiryu, prefectura de Gunma, dos años después del bombardeo atómico realizado por Estados Unidos contra las ciudades niponas de Hiroshima y Nagasaki.

Su infancia quedó marcada debido a que creció en los alrededores de la ciudad de Yokosuka. Cerca había una base estadunidense, cuyos soldados abusaban sexualmente de las mujeres. En su mayoría, esos crímenes quedaron impunes.

Me dediqué en la fotografía por venganza. Quise irme de ahí de inmediato, no por miedo, sino por dolor. Cuando pude me fui y comencé esta búsqueda; quería encontrarme a mí misma, y en eso sigo hoy día, comentó.

Aseguró que no se considera una experta de la imagen. Para ella, lo que siga vigente hoy es irrelevante: No sé de fotografía. Soy autodidacta; no me interesan las técnicas de las cámaras ni las lentes, sino lo que puedo ver, conocer a los demás y sentirme viva.

Muchas de las imágenes que ha capturado son piezas de ropa, zapatos, bolsos, bufandas, chamarras manchadas, vestigios que quedaron de las víctimas de las explosiones atómicas. Su idea es que estos objetos son testimonios de vida, historias, recuerdos que siguen vigentes y que dan un mensaje: Nuestra esencia permanece a pesar del paso del tiempo.

Ante la vigente atmósfera belicista a escala internacional, Miyako Ishiuchi suspiró y exclamó con pesadumbre: Lo lamento por nuestra juventud, porque vive días oscurísimos.

El feminismo y su trabajo

Ishiuchi sobresalió en un entorno en el que el machismo y la misoginia eran comunes. “El contexto de las mujeres fotógrafas de hoy es un poco mejor, aunque, pensándolo bien, no ha cambiado en absoluto. Las mujeres que tienen familia a veces también están con parejas comprensibles que les permiten seguir con su carrera, pero otras están atadas en su papel.

El machismo sigue, oprime; yo misma lo viví. Aun así no me considero una vanguardista del feminismo, porque cuando lo hice, no fue por banderas ni ideología. Hice lo que quería y punto. No dejé de insistir en lo que me gusta. Lo demás llegó solo, aclaró.

Yokosuka es el lugar al que siempre regresa en su memoria cuando cierra los ojos. Es una imagen que no la abandona: Estoy muy agradecida con esa ciudad, fue mi hogar, donde esta búsqueda de verdad empezó. Hoy está muy cambiada, pero no me entristece; esos nuevos escenarios hacen que mi fascinación permanezca.

Otra palabra que destaca en su breviario es madre. Para ella, el papel de la feminidad es una parte muy importante: Hace unos 20 años falleció mi mamá. No puedo decir que tuvimos una gran relación, pero me di cuenta de algo y las diferencias no importaron. Cuando ella ya no estuvo descubrí que cada una tuvo su destino como mujer.

Amor, dolor y Frida

En 2013, Ishiuchi fue invitada por el Museo Frida Kahlo para realizar fotografías relacionadas con la pintora mexicana. De ahí salieron dos catálogos: Frida by Ishiuchi, y Frida: Love and Pain (Frida: Amor y dolor) −éste editado sólo en Japón−.

Luego de las fotos me quedé muy pensativa. Reflexioné que Frida fue una mujer que siempre vinculó el amor y el dolor con estar viva. Uno de los objetos que me quedaron en la mente fue su prótesis de pie, hecha de madera. Me di cuenta de que verdaderamente era su extremidad, la otra, la original, ya no existió más. Eso es lo que los objetos pueden llegar a ser para nosotros, comentó.

Por eso visita México en el contexto del mes dedicado a su país. Invitada por la Fundación Japón en México, la maestra Ishiuchi ofreció un conversatorio en el recinto dedicado a Frida Kahlo, y el viernes 20 de junio, en el Archivo Histórico y Museo de Minería AC, dictó la conferencia El Japón de la posguerra en la fotografía de Ishiuchi Miyako.

La maestra insistió, al cierre de la conversación con este diario: La fotografía no es mi fin. Mi búsqueda es para sentirme viva. Sólo eso.