Ginebra. El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó ayer de espantosos los ataques contra complejos hospitalarios en la guerra que Israel desató contra Irán, e instó a las partes beligerantes a proteger los centros de salud, al personal y a los pacientes.

La escalada de hostilidades pone en peligro las instalaciones de salud y el acceso a la atención médica, declaró el director de la OMS en su cuenta de X, al rechazar el ataque al hospital Soroka, de la ciudad israelí de Beerseba.

Salen cientos de extranjeros

Varios países comenzaron a evacuar a sus ciudadanos de Israel e Irán por aire, tierra y mar a medida que se intensifica la confrontación bélica, en momentos que las ofensivas militares obligaron a cerrar el espacio aéreo en toda la región, lo que causó graves perturbaciones en los vuelos comerciales y dejó a las personas sin poder entrar o salir.

No estamos cerrando la embajada, sino trasladándola a Bakú hasta que pase el peligro, afirmó Rosen Zhelyazkov, primer ministro de Bulgaria, sobre la mudanza de su personal diplomático a Azerbaiyán. En tanto, un grupo de 89 búlgaros fue evacuado de Israel en avión hacia Sofía, junto con 59 ciudadanos de Eslovenia, Estados Unidos, Bélgica, Albania, Kosovo y Rumania.

China apoyó a más de mil 600 de sus ciudadanos y a varios cientos más ubicados en ambas naciones, y la Unión Europea asistió la salida de 400 personas de Tel Aviv a través de Jordania y Egipto.

En tanto, especialistas iraquíes indicaron que no observan fugas radiactivas en las instalaciones nucleares de Irán tras los bombardeos israelíes, expuso el vocero de la Autoridad Nacional de Regulación Nuclear, Radiológica, Química y Biológica de Irak, Ahmed Khudair.