Viernes 20 de junio de 2025, p. 8
¡Hasta pronto, amado e irremplazable amigo Carlos Bonfil!
Hace veinte años vencimos a la muerte. Tu tenacidad logró torcerle el cuello.
Veinte años que contados en pasos dados equivalieron a traspasar fronteras decenas de veces para abrazar a los amigos alojados en la lejanía.
La amistad fue tu único credo, y docenas por doquier fuimos tus fieles seguidores.
Esta vez perdimos. Un palomo trasnochado de plumas pardas me anunció lo inminente a las puertas de nuestra común morada.
Ahora resta acostumbrarse a tu ruidosa ausencia, porque, como bien dice el poeta, permanecerás en secreto en todas partes.