El gasto del gobierno federal en infraestructura se desplomó 19 por ciento en los primeros cuatro meses del año, su mayor descalabro desde 2017, con las caídas más pronunciadas en abastecimiento de agua potable y alcantarillado, educación y salud, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Hasta abril, el sector público federal había desembolsado 283 mil 504.6 millones de pesos en infraestructura, un quinto menos que en el mismo periodo del año pasado y 27.3 por ciento por debajo de lo destinado al pago de intereses de la deuda pública.

Salvo el gasto en comunicaciones y transportes –que repuntó 44.2 por ciento anual, y el de hidrocarburos, que lo hizo en 12.6 por ciento, también respecto a los primeros cuatro meses del año pasado–, todos los demás conceptos de inversión cayeron.

Al abasto de agua potable y alcantarillado se destinaron 231.8 millones de pesos en los primeros cuatro meses del año, 98.7 por ciento menos que en el periodo comparable de 2014; a educación, 138.1 millones, 61.5 por ciento menos.

En salud se invirtieron mil 787 millones de pesos, 37.3 por ciento menos que el año pasado. Y en el sector eléctrico, que si bien recibió más recursos que todos los anteriores, con un gasto de 10 mil 284.1 millones de pesos, esta cifra es 26.8 por ciento menor a la del año pasado.

De hecho, sin la destinada a Petróleos Mexicanos (Pemex), la inversión pública del gobierno federal fue de 157 mil 529.2 millones de pesos, 33.9 por ciento menos que el año pasado, la caída más pronunciada desde que hay registro.

Los datos de Hacienda exhiben que la petrolera adquirió la mayor parte del gasto en infraestructura durante los primeros cuatro meses del año. Los 125 mil 975.34 millones de pesos que se gastaron en la petrolera equivalen a 44.4 por ciento de lo erogado en inversión física en el periodo.

El miércoles, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) exhibió que el gasto público en infraestructura se había desplomado 22.4 por ciento en el primer trimestre.

Ese rubro no es directamente comparable con el de Hacienda (que para el mismo periodo del primer trimestre reportó una baja de 12.3 por ciento en términos reales). Esto se debe a que Inegi contabiliza los datos de todos los órdenes de gobierno (estados y municipios), no exclusivamente el federal.

Hacienda ha reconocido que, como parte de su política de reducción del déficit fiscal, luego de que el año pasado se amplió el gasto para concluir las obras de infraestructura de la pasada administración sin que existieran ingresos suficientes, era esperada una baja en el gasto de inversión física.

Sin embargo, el presupuesto de Hacienda presentado al Congreso apuntó a una caída anual de 12.7 por ciento en la inversión física. Hasta abril, aun con Pemex, la baja es mayor, y sin la petrolera la brecha está cerca de triplicarse.