El coreógrafo Marco Antonio Silva hace una reflexión sobre la conexión entre la humanidad y la naturaleza a partir de la poesía de Jaime Sabines en dos obras que estrenó en el Centro Cultural Los Talleres, como parte de la temporada Danza x la Libre.

La primera obra fue “El camino” (Adán y Eva... ¿Qué es el canto de los pájaros, Adán?), interpretada hace unos días por la compañía Los Corpógrafos, mientras la segunda, Adán y Eva. (El camino... Entre los escombros de mi alma búscame), se presentó este fin de semana con el grupo Nemian Danza Escénica, la cual es un capítulo más de este proyecto inspirado en el poeta chiapaneco.

Sobre las coreografías realizadas gracias al estímulo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (antes Fonca), Silva comentó a La Jornada: “lo que a mí me conmovió de Sabines fueron las imágenes que me llegaron, ese contacto con lo cotidiano, lo que llamaría la vida diaria con el ciudadano de a pie. Esas imágenes no tienen que ser traducidas literalmente, sino que podemos ir hacia otro horizonte más simbólico.

“‘El camino’ (Adán y Eva... ¿Qué es el canto de los pájaros, Adán?) retoma esta suerte de referencia de la pareja en algunas culturas, este punto de encuentro donde la tierra es el arraigo al planeta y dos seres humanos se encuentran, lo que sucede en la danza. Además, Isabel Beteta, fundadora y directora de Los Corpógrafos, es este personaje de la tierra, la conexión con el origen, de donde todos venimos y adonde todos volveremos.”

En el movimiento de los bailarines, agregó el coreógrafo, están las propias palabras del poeta. “En la pieza se escucha la voz del poeta, quien pregunta ‘¿qué es el canto de los pájaros?’, invitándonos a imaginar numerosas respuestas”.

Silva explicó que, en el manejo coreográfico, la relación de Adán y Eva está cobijada por el árbol que se encuentra presente en la escena y hace alusión al ciclo de la naturaleza, así que las acciones dancísticas giran en torno a ese personaje, pero al mismo tiempo son independientes porque cada vez que un bailarín está en el escenario crea un espacio diferente cuando se mueve él y su imaginación.

El coreógrafo explicó que la danza tiene que ver con ideas en movimiento que producen sentimientos y emociones.

Oasis de quietud

Con este proyecto que une danza y poesía, Silva desea transmitir al público un oasis de conexión, de quietud, de paz y fe entendida como esta fuerza que nos permite conservar el movimiento a pesar de las vicisitudes diarias. La finalidad es que la gente escuche en los cuerpos de los bailarines los versos de Sabines.

En sus presentaciones en Los Talleres, Los Corpógrafos también interpretaron UNRAVEL, coreografía de Chelsea Ainsworth y Jessica Smith; En la falsa tierra de plástico, de Erick Miranda, y el solo Desapego, creado e interpretado por Isabel Beteta.

Sobre la pieza Adán y Eva. (El camino... Entre los escombros de mi alma búscame), a cargo de la compañía Nemian, Marco Antonio Silva aclaró que esta propuesta es otra forma de leer el poema del chiapaneco, “como si lo empezáramos a leer entre líneas, qué hay detrás de las palabras y de las imágenes. Ahí las plantas sienten, las piedras vibran, es otro ejercicio coreográfico”.

En la entrevista, el creador adelantó que antes de finalizar el año podría estrenar dos solos, uno de Adán y el otro de Eva, para darle continuidad al proyecto.