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México SA

Finanzas Públicas, bien y de buenas // Inminente desastre… mediático // Domingo 1º de junio: ¡todos a votar!

L

os resultados concretos no parecen lanzar señales de alerta sobre el inminente desastre económico mexicano que machaconamente se pregona en otras latitudes, especialmente mediáticas, en las que, un día sí y el siguiente también, debaten y se desgañitan todo tipo de analistas, expertos, gurús y demás buitres de la derecha que apuestan al hundimiento del país.

Cierto es que el horno global no está para bollos, como también que el panadero Donald Trump se esfuerza para empeorar el ambiente. Desde luego, hay que estar a las vivas, porque las locuras de este impresentable personaje pueden afectar, pero de ahí al inminente desastre de México sólo media una gruesa chequera de la derecha que alimenta a sus gallinitas (léase los avezados analistas).

En vía de mientras, la Secretaría de Hacienda presentó el balance de las finanzas públicas en el primer cuatrimestre del presente año, y de él se toma la siguiente numeralia: en enero-abril, los ingresos presupuestarios aumentaron 6.5 por ciento (todos los porcentajes son en términos reales anualizados), con lo que se superó el promedio histórico de la última década (2.7). La recaudación tributaria creció 10.1 por ciento, por arriba (84 mil millones de pesos) de lo previsto, de tal suerte que este resultado registra el mayor crecimiento para un primer cuatrimestre desde 2015.

La recaudación del ISR creció 9.5 por ciento, en un entorno caracterizado por aumentos en empleo, salarios y masa salarial. Por este concepto, el ingreso fue 42 mil millones de pesos superior a lo programado. Por su parte, el IVA reportó un incremento de 13.9 por ciento, la tasa más alta desde 2020. Este desempeño estuvo impulsado, en parte, por un tipo de cambio más elevado, que aumentó el valor en pesos de las importaciones. Este rubro superó lo calendarizado en 50 mil millones de pesos.

El impuesto a las importaciones creció 47.6 por ciento, la mayor tasa desde que se tiene registro, apoyado en una mayor vigilancia aduanera, la fiscalización de plataformas digitales y el efecto del tipo de cambio. En contraste, la recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) disminuyó uno por ciento, por la baja de 0.4 por ciento en el componente de combustibles, como resultado de los estímulos fiscales aplicados para estabilizar los precios al consumidor. A su vez, los ingresos petroleros se redujeron 12.3 por ciento, principalmente por una menor plataforma de producción de crudo.

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▲ La secretaría de Hacienda, cuyo titular es Edgar Amador Zamora, informó que la recaudación tributaria creció 10.1 por ciento, 84 mil millones de pesos por arriba de lo previsto.Foto Jorge Ángel Pablo García

Los ingresos no tributarios aumentaron 27.8 por ciento, impulsados por mayores ingresos por derechos (12.4) y productos (2.1), así como el registro de 18 mil millones de pesos correspondientes al remanente de operación del Banco de México.

Los ingresos del IMSS avanzaron 1.4 por ciento por un aumento de 2.8 por ciento en las cuotas a la seguridad social; los del Issste disminuyeron 2.2 por ciento y los relativos de la Comisión Federal de Electricidad 5.5 por ciento.

Por lo que toca al gasto, al cierre de abril las erogaciones mostraron un avance de 93.3 por ciento respecto a lo calendarizado. En línea con los compromisos de eficiencia y austeridad, el gasto en funciones gubernamentales disminuyó 14.8 por ciento respecto al periodo enero-abril de 2024.

El costo financiero se ubicó en 33 mil millones de pesos por debajo de lo presupuestado, dadas las operaciones para mejorar el perfil de vencimientos. El pago de intereses aumentó 9.1 por ciento.

El gasto federalizado aumentó 12.4 por ciento en la recaudación federal participable, de tal suerte que las participaciones a entidades y municipios crecieron 6 por ciento en el acumulado a abril.

Los balances fiscales se mantuvieron por debajo de lo previsto: el déficit presupuestario fue de 105 mil millones de pesos, menor al saldo negativo de 312 mil millones de pesos. El balance primario presupuestario registró un superávit de 285 mil millones de pesos, 174 mil millones por encima de lo estimado. Los requerimientos financieros del sector público se ubicaron en 165 mil millones de pesos.

La deuda neta del gobierno federal se situó en 15.49 billones de pesos, 83.1 por ciento de ella contratada en el mercado interno y 79.9 por ciento a tasa fija y largo plazo. El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público ascendió a 17.53 billones y la deuda neta del sector público federal a 17.8 billones, en línea con una trayectoria fiscal sostenible.

En fin, cuentas claras, chocolate espeso.

Las rebanadas del pastel

Sin pretextos, y en contra de la impúdica cuan antidemocrática campaña mediática, este domingo primero de junio, ¡todos a votar!

X: @cafevega